miércoles, 22 octubre 2025
Por: Maria Camila Gonzalez Mosquera
La absolución del expresidente Uribe por el Tribunal Superior de Bogotá generó un sismo político. Juan Manuel Santos, su principal contradictor, instó al respeto de fallos judiciales, resaltando la independencia como pilar democrático.
El Tribunal Superior de Bogotá emitió el 21 de octubre de 2025 una sentencia de segunda instancia que absolvió al expresidente Álvaro Uribe Vélez. La decisión lo exime de los cargos por presunto soborno a testigos y fraude procesal. Este fallo desató una ola de reacciones en el panorama político y mediático del país, dado el alto perfil del implicado.
Entre las voces más destacadas, el expresidente Juan Manuel Santos, conocido opositor de Uribe, se pronunció vía X. Su mensaje enfatizó que "los fallos judiciales deben acatarse con respeto". También subrayó que "la independencia judicial es la base de una democracia sólida".
El pronunciamiento de Santos fue ampliamente interpretado como un llamado a la mesura y al acatamiento de las instituciones. En un contexto de polarización, buscó elevar el debate por encima de las habituales diferencias políticas. Su postura resalta la necesidad de preservar la estabilidad democrática. Este mensaje se difundió rápidamente entre la opinión pública y los medios, generando diversos análisis.
La reacción del expresidente Santos, más allá de la coyuntura del fallo, subraya un principio fundamental para Colombia. Refleja la trascendencia de respetar las decisiones judiciales, incluso aquellas que generan controversia. Fortalecer la autonomía de la justicia se consolida como un pilar esencial. Esto es vital para asegurar la solidez de la democracia colombiana.
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