Por: Katherine Cruz

Joven de 21 años, Ángela González, lucha por su vida tras ser atacada con una botella en la madrugada del domingo en Saladoblanco. Sufrió una herida profunda en la cabeza y fue trasladada a Pitalito para descartar una hemorragia cerebral.

Una violenta agresión conmociona a la comunidad de Saladoblanco. Ángela González Claros, de 21 años, resultó gravemente herida tras un altercado en una reunión social, y su estado de salud es crítico. La policía ya investiga los hechos.


En la madrugada del domingo, una reunión social en el barrio Centro de Saladoblanco terminó en tragedia. Ángela González y su hermana menor asistieron con amigos a una fiesta en la casa de un conocido. La velada, que inicialmente transcurría sin incidentes, dio un giro inesperado al finalizar la reunión.


El conflicto inició entre la hermana menor de Ángela, de 17 años, y la esposa de Ismael Ramírez, junto a sus tres hijas. Se produjo una discusión que involucró a varios asistentes. Al parecer, dos personas sufrieron heridas con arma blanca antes del incidente principal con la botella. Según declaraciones de testigos, la situación parecía calmarse.


Sin embargo, la aparente calma fue engañosa. Ismael Ramírez y su familia abandonaban el lugar cuando, según testigos presenciales, Ramírez llamó a Ángela. Al voltear, Ramírez le arrojó una botella de vidrio a la cara, causándole una grave herida. Ángela cayó inconsciente y fue trasladada de urgencia al hospital local.


La agresión dejó a Ángela con una herida profunda en la frente que requirió 30 puntos de sutura. Su hermana mayor informó que el domingo fue trasladada a Pitalito para descartar una hemorragia cerebral. La gravedad de las lesiones de Ángela ha generado preocupación en la comunidad y ha puesto en evidencia la necesidad de promover la cultura de paz y el rechazo a la violencia en Saladoblanco. La policía atendió el caso en el hospital y orientó a la familia sobre cómo proceder con la denuncia una vez que Ángela esté fuera de peligro.