Por: karol Yulieth Lopéz león

Tras el asalto a la casa de Angie Rodríguez y la 'chuzada' al celular de Benedetti, el Minjusticia Andrés Idárraga evalúa si miembros de la inteligencia estatal buscan desprestigiar a funcionarios del gobierno con fines políticos y electorales.

La administración del presidente Petro ha encendido las alarmas ante una serie de incidentes que sugieren una posible injerencia de miembros de la inteligencia estatal. El Ministerio de Justicia ha confirmado que se está investigando si estas acciones buscan desestabilizar o desprestigiar a funcionarios clave. Se evalúa la existencia de patrones que indiquen una campaña coordinada con motivaciones políticas y electorales.

Entre los afectados se encuentran Angie Rodríguez, exdirectora del Dapre, cuya residencia fue asaltada, y el ministro del Interior, Armando Benedetti, quien denunció la "chuzada" de su teléfono con el software Pegasus. El ministro de Justicia, Andrés Idárraga, ha sido enfático al señalar la seriedad de estas acusaciones. Idárraga lidera las verificaciones de estos episodios, no descartando un tercer incidente bajo similares características.

Los hechos incluyen el violento asalto a la vivienda de Rodríguez, ocurrido hace apenas veinticuatro horas, y la sofisticada intrusión digital en el dispositivo móvil de Benedetti. La sospecha de que Pegasus, un software de espionaje de alta gama, haya sido utilizado, añade una dimensión alarmante a la situación. Esta cadena de eventos se suma a un posible tercer caso que está siendo cuidadosamente examinado por las autoridades gubernamentales.

La hipótesis central que maneja el gobierno Petro es que estos incidentes podrían ser parte de una estrategia para desprestigiar a sus funcionarios y afectar el panorama político y electoral. Esta situación genera graves interrogantes sobre la estabilidad democrática y la integridad de las instituciones de seguridad del Estado. La verificación de la posible participación de inteligencia estatal subraya la urgencia de una investigación transparente y contundente para salvaguardar la institucionalidad.