Por: Miguel Angel Trujillo

Tras la aprobación de la reforma laboral en el Senado, el presidente Petro mantiene vigente el decreto para consulta popular sobre derechos laborales, supeditándolo a la conciliación final del proyecto. La decisión genera controversia.

El Senado colombiano aprobó la reforma laboral, pero el debate continúa. El presidente Gustavo Petro ha anunciado que un decreto convocado a consulta popular sobre esta temática permanece activo hasta la conciliación con la Cámara de Representantes. La decisión final dependerá del resultado de esa conciliación.


La aprobación de la reforma laboral en el Senado, con 57 votos a favor y 31 en contra, marca un hito en la agenda progresista del gobierno Petro. Este proyecto, tras ser archivado en marzo, regresa con modificaciones cruciales para los trabajadores colombianos. La inclusión de mejoras en el recargo nocturno, la regulación del trabajo en plataformas digitales y la definición del contrato de aprendizaje son puntos clave.


El presidente Petro, a través de su cuenta en X, aseguró que la vigencia del decreto depende del resultado de la conciliación entre el Senado y la Cámara. Si la versión final refleja el consenso alcanzado en la Cámara, el decreto será derogado. De lo contrario, afirmó, "el decreto goza de presunción de legalidad". El ministro del Interior, Armando Benedetti, fijó el plazo para la conciliación en el viernes.


La aprobación de la reforma, aunque celebrada por sectores progresistas, genera debate. La consulta popular convocada para el 7 de agosto, sujeta a las decisiones del presidente sobre la conciliación, continúa siendo un punto de fricción. Quedan pendientes las discusiones sobre la legalidad de la consulta, así como el análisis del impacto a largo plazo de la reforma laboral en la economía colombiana y en la relación laboral. El proceso deja espacio para la tensión entre la agenda progresista del gobierno y las diferentes posturas políticas.