Por: Bryan Steven Cardona Ciceri

Sandra Beatriz Castillo, vista en video con el atacante de Miguel Uribe, se presentó voluntariamente a declarar. Su testimonio busca aclarar su posible vinculación con el hecho ocurrido el pasado domingo.

El pasado domingo 8 de junio, Sandra Beatriz Castillo acudió a la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Usaquén para declarar ante la Fiscalía General de la Nación. Su presencia se debe a la circulación de videos en redes sociales donde se la ve conversando con el menor de 15 años que atentó contra el congresista Miguel Uribe Turbay. La mujer, acompañada de su abogado, ha negado cualquier implicación en el hecho.

Castillo afirma que su encuentro con el menor fue circunstancial y aleatorio. Su abogado, por su parte, invocó el derecho a guardar silencio sobre algunos aspectos del testimonio, dado el carácter activo de la investigación. La Fiscalía aún no ha especificado si la declaración fue rendida como testigo o como persona indiciada. La colaboración de Castillo es crucial para esclarecer los hechos.

El atentado contra el senador Uribe Turbay dejó al congresista herido por seis disparos, dos de ellos en la cabeza y uno en la pierna. El menor de edad, capturado en el lugar de los hechos, permanece bajo custodia. El incidente ha generado preocupación y debate sobre la seguridad de las figuras públicas y el acceso a armas de fuego por parte de menores.


El caso centra la atención en la posibilidad de una planificación previa al atentado y en el acceso del menor a las armas. La investigación profundiza en el entorno del agresor y sus posibles motivaciones, así como en cualquier posible complicidad. Las declaraciones de Castillo son clave para determinar la existencia de una red de apoyo o si, en efecto, se trató de un hecho aislado. El resultado de la investigación tendrá implicaciones legales significativas para todos los involucrados y podría dar lugar a cambios en políticas de seguridad.