Por: Bryan Steven Cardona Ciceri

El reciente naufragio mortal cerca de San Diego evidencia un incremento en el uso del mar para intentar ingresar a EE.UU., con un cambio notable en las nacionalidades y tipos de embarcaciones utilizadas por los migrantes.

La frontera marítima entre Tijuana y San Diego, tradicionalmente conocida por ser una ruta de inmigración irregular, ha visto un aumento significativo en el número de intentos de cruce por mar. La Administración Trump intensificó las medidas de seguridad en la frontera terrestre, lo que ha empujado a muchos migrantes a optar por rutas marítimas más peligrosas. Los guardacostas estadounidenses están interceptando a un número creciente de personas en esta área, enfrentándose a desafíos cada vez mayores para garantizar la seguridad de estos viajes.

Según la Guardia Costera de EE.UU., ha habido un cambio notable en las nacionalidades de los migrantes que intentan estas peligrosas travesías. A diferencia de hace 15 años, cuando la mayoría eran mexicanos, ahora se encuentran individuos de China, Rusia, Uzbekistán, Vietnam y varios países centroamericanos. Este cambio demuestra la complejidad y el alcance global del fenómeno migratorio.

El método de transporte también ha evolucionado. Las autoridades notan una disminución en el uso de jet skis y botes pequeños, siendo reemplazados por embarcaciones de recreo y pangas que pueden llevar a más pasajeros. Este cambio en las tácticas de contrabando humano refleja una adaptación a las medidas de seguridad incrementadas en la frontera terrestre.

Este reciente naufragio no solo es una tragedia, sino también un indicativo de las desesperadas medidas que algunos están dispuestos a tomar para alcanzar los Estados Unidos. La combinación de políticas restrictivas en la frontera terrestre y la falta de vías legales y seguras para la migración están empujando a los migrantes hacia rutas más riesgosas. Este fenómeno requiere una respuesta que aborde tanto la seguridad como los derechos humanos de quienes se aventuran en estas peligrosas travesías.