Por: Bryan Steven Cardona Ciceri

La nueva legislación colombiana, conocida como Ley Ángel, promete un cambio significativo en la protección de los animales, endureciendo las penas por maltrato y mejorando los procesos judiciales.

En un reciente conversatorio en la Universidad del Rosario, la senadora Andrea Padilla, autora de la Ley Ángel, destacó la importancia de esta nueva legislación como respuesta al preocupante número de denuncias de maltrato animal en Colombia, que superan las 15.500 desde 2016, con solo 212 condenas. La ley busca ajustar las penas de prisión, diferenciar entre lesiones y muerte de animales, y prohibir a los condenados la tenencia de nuevos animales.

Durante el evento, Padilla enfatizó la necesidad de fortalecer las capacidades de las autoridades locales, especialmente en zonas rurales, para asegurar la implementación efectiva de la ley. Subrayó la urgencia de que cada municipio cuente con personal capacitado para manejar las denuncias de maltrato animal de manera eficiente y rápida.

La Ley Ángel también introduce procesos verbales más ágiles, exigiendo que los inspectores citen audiencias en un máximo de cinco días. Este cambio es crucial para acelerar la respuesta judicial frente a casos de maltrato y asegurar que los animales reciban la protección necesaria en tiempo real.

Diana Rocío Bernal, codirectora de la Maestría en Bioética y Bioderecho de la Universidad del Rosario, resaltó que la Ley Ángel no solo modifica aspectos legales, sino que también representa un cambio ético significativo. La ley impone la capacitación anual obligatoria de jueces, fiscales y policías en protección animal, lo que es fundamental para que los operadores de justicia comprendan la gravedad del maltrato y actúen con la debida diligencia. Este enfoque no solo busca castigar, sino también educar y cambiar la percepción social sobre el trato a los animales.