Por: Maria Camila Gonzalez Mosquera

En 2018, un video de Karol G y Sebastián Yatra besándose generó rumores de romance. Siete años después, Yatra revela que fue un acto planeado para un desafío en redes sociales.

En 2018, el mundo del entretenimiento latino se vio sacudido por un video titulado “Sebastián Yatra me robó un beso”, publicado en el canal de YouTube de Karol G. En él, ambos artistas compartían un beso que, aunque parecía espontáneo, formaba parte de un reto viral. Este clip no solo se viralizó rápidamente, sino que también desató especulaciones sobre una posible relación amorosa entre los dos cantantes colombianos.

Sebastián Yatra y Karol G, reconocidos exponentes de la música urbana latina, han colaborado en varias ocasiones, consolidando una amistad que muchos fans esperaban que trascendiera lo profesional. Sin embargo, en una reciente entrevista en el programa radial "Los Impresentables", Yatra explicó que entre ellos nunca ha habido más que una sólida camaradería y respeto profesional. “Fue solo un reto para las redes sociales”, aseguró el cantante, desmintiendo cualquier rumor de romance.

El beso, aunque planeado, fue presentado de manera que pareciera un robo de beso espontáneo, lo cual fue clave para su éxito en redes sociales. La estrategia funcionó, ya que el video acumuló millones de visualizaciones y comentarios, manteniendo vivo el interés y la especulación durante años. No fue hasta la reciente aclaración de Yatra que el público pudo entender completamente el contexto detrás de este acto.

Este incidente subraya la influencia de las redes sociales en la percepción pública y cómo los artistas utilizan estas plataformas para captar la atención, a veces dejando una línea borrosa entre la realidad y la creación de contenido digital. Además, resalta la responsabilidad de los medios y el público en verificar la información antes de propagar rumores. En un mundo cada vez más digitalizado, diferenciar entre ficción viral y realidad se vuelve esencial, especialmente en la esfera pública donde las narrativas pueden ser fácilmente malinterpretadas.